martes, 29 de junio de 2010

Recreare




recrear.
(Del lat. recreāre).

1. tr. Crear o producir de nuevo algo.

2. tr. Divertir, alegrar o deleitar. U. t. c. prnl.


Recrear, curiosa circunstancia la de volver la mirada hacia el pasado buscando dios sabe que, para acabar recorriendo ruinas y vestigios del pasado ataviado con ropajes de otro tiempo a precios de este.

Y es que últimamente, no he tenido un fin de semana en el que no haya viajado con la mente y mi vestuario a tiempos pretéritos. ¿Cómo he llegado a esta circunstancia? No lo se exactamente. Es verdad que desde ya hace mucho he sentido una gran atracción por los trajes de otras épocas, buscando en mercados y mercadillos ropas de segunda mano que pudiera aprovechar, no perdiendo ocasión en la que lucir un buen disfraz, el cual podría ser mejor definido como traje; y en general, coleccionando ropa... poco habitual.

Sin embargo, desde no hace tanto, acompañado de una gente desde luego maravillosa que comparte hasta cierto punto esta sencilla locura, me he visto inmerso en lo que pasa de disfrazarse a vestirse y de pasear a recrear.

¿Y que significa recrear? Pues esto mismo me pregunte cuando, una de tantas veces, me acerqué a la página de mi querida RAE. 

Visto está, se trata de crear algo nuevo, y como no, de divertirse, alegrarse y deleitarse.

Sea pues, el demiurgo regresará una vez más, y donde una vez creó, recreará.


sábado, 19 de junio de 2010

Una vez más extraño


Hacía ya tiempo que no sufría esta penosa sensación que se da al sentir la fuerza adversa de la corriente dominante. Esa presión a la que se ve sometido nuestro ser en tanto en cuanto lucha por vencer una inercia social que nos arrastra hacia lo común, hacia algo que, para nuestra desgracia, no es de nuestro interés, pero sí del interés del más común de los mortales.

Ya hace mucho tiempo de la primera vez, y ya hace mucho que mi rareza fue izada cual bandera, verde, sin duda, de mi independencia. Y aún así se hace penoso volver a soportar esa inmunda fuerza que nos pretende doblegar al gusto de lo general.

Tal vez se trate de un imperativo biológico, instintivo, que nos haya permitido alcanzar el obsceno éxito como especie del que hoy disfrutamos,  una fuerza que nos guiaría como aquella que coordina el vuelo de los pájaros, el transitar de las hormigas o el fluir de un banco de peces en el mar. Porque en todos estos casos la independencia es la muerte, es ser sometido al escrutinio siempre amenazador de la selección natural frente a la segura protección de la masa, donde aunque sólo por estadística esta la supervivencia.

Es por eso que navegar sólo es duro, por los peligros del océano así como de la incomprensión y acaso rechazo del banco abandonado, ya que una vez dejado, ¿cómo regresar?

Y de cualquier modo, en verdad, ¿quién puede regresar a un lugar donde nunca ha estado?


martes, 15 de junio de 2010

Oh destino!! O se ofrece doble licenciado para trabajos sencillos...


Decir que me encuentro en una encrucijada, sería pecar de positivo. En realidad desde mi visión actual creo que me encuentro más bien atascado en el devenir del imparable tiempo, enrolado en una marcha sin descanso ni destino más allá de la fatalidad...

Dos fértiles años abonados por sendas becas y el ya habitual  trabajo en el exilio estival me han acostumbrado a una vida, tal vez, demasiado fácil. Y ahora, -"Oh destino!!"- vuelvo a declamar-"¿Qué será de mí?"

Ya se acerca el estío, ya llegaron las oscuras y tantas veces mencionadas golondrinas de su refugio invernal, ya no queda tiempo para la que fue la vana esperanza de ser llamado al exilio. Las arcas de los que fueran mis patrones, vacías, desechas, y con ellas, pronto, las mías. O quizás aún no sea tarde, quizás, como en otras ocasiones avisen con tal tardanza que ni tiempo tengamos para preparar nuestra marcha. Pero no, es otra vez vana esperanza, en realidad acomodada desidia que se niega a tomar el mando de un timón tanto tiempo olvidado, de un barco que zozobra, de un barco que se dejaba llevar por las corrientes de la emperatriz del mundo.

-"Oh Fortuna!!"- pues ya sólo queda encomendarme a quien lo hacen los locos y los necios...

Al menos una certeza podrá guiarme en este mar de dudas, sera por necio, que no por loco.



viernes, 4 de junio de 2010

Pared en blanco



Parece mentira, entre unos, otros y ningunos, todo un mes que ha quedado vacío, sin una mísera palabra que rellene, o ensucie, según se mire, este inmenso espacio que es la red de redes.

Desde luego es curioso como escribimos y escribimos,  miles de millones de humanos, escribiendo sin descanso en esta enorme pared en blanco, sin importarnos a donde han de llegar nuestras palabras, si acaso serán leídas para nuestro secreto goce, si importunarán a alguien o a ninguno. Porque siendo tan grande este espacio, ¿a quien le importan mis escritos?

Dicen que ya los romanos eran aficionados a dejar escrito su garabato allí por donde pasasen, y especialmente en las letrinas, lugar sin duda muy a propósito para elucubraciones intelectuales tanto como para dejar escrito que tal o cual estuvo aquí. Supongo que nos viene de antiguo esta costumbre.

Y de nuevo la pregunta, ¿para qué?

Quién sabe... ya nos lo dirán los arqueólogos del futuro, que van a tener que lidiar con una ingente y demoledora cantidad de documentos que, en verdad, importan a nadie.