jueves, 3 de diciembre de 2009

Pensamiento lineal


A lo largo de mi vida he llegado a la conclusión de que, en general, existen dos tipos de pensamiento. Por un lado el pensamiento lineal, y por otro, el pensamiento, llamémosle tridimensional o no lineal. Lo explicaré con un sencillo ejemplo fruto de de mi trabajo con niños y espadas, dos cosas que no recomiendo juntar en casa.

Cuando un niño es libre de coger cuantas espadas desee, comenzará cogiendo una espada y se sentirá poderoso; después cogerá otra y se sentirá doblemente poderoso. Esta realidad hace que el niño asimile una ecuación lineal que reza:

"Cuantas más espadas, más poderoso soy"

La consecuencia directa de este pensamiento lineal es que el niño intenta moverse a la vez que sujeta unas cuatro o cinco espadas, sirviéndose de piernas y sobacos para sujetar las que no alcanzan en sus manitas. Es en ese preciso momento cuando recibe un atisbo de pensamiento tridimensional o no lineal, y deja caer todas las espadas que no puede manejar, quedándose con las dos espadas que suponen el óptimo de armas con las que se puede luchar. Dudo que el niño resuelva entonces una nueva ecuación para la situación, ya que está suficientemente entretenido pegándole a alguien como para preocuparse mucho por lo que ha pasado, pero la ecuación que se deduce es:

"Una espada bien, dos espadas mejor y todo lo que aumente de dos será cada vez peor"

Parece algo obvio, pero en nuestra vida nos cuesta entender aquellas situaciones o ecuaciones que no siguen la linealidad, y este sencillo ejemplo, basado en la mente de un niño, nos puede enseñar mucho de como funciona nuestro cerebro a menos que se le eduque, cosa que desgraciadamente nos cuesta un gran esfuerzo a muchos, a otros toda una vida y a algunos tal vez dos o tres vidas.

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