jueves, 10 de diciembre de 2009

La marquesa de Orchaís


Cuando la conocí era joven e inexperto, apenas había comenzado a descubrir el mundo, o por lo menos el apasionante mundo de la corte. Cuando la abandoné ella misma quiso hacerme ver esa inexperiencia, que para entonces era menos de la que ella pretendía adjudicarme. Aún recuerdo sus palabras: "No creas que se me han escapado tus intenciones en ningún momento, yo he recorrido el mucho mundo y te sobrepaso con mucho en experiencia", aunque en esa ocasión, que sería la última, se equivocaba.

La marquesa era uno de los muchos personajes que poblaban la corte en aquellos momentos, una dama de más edad que la que cualquier observador poco discreto se hubiera atrevido a declarar. Característico era su brillo, su esplendorosa presencia, siempre deslumbrante, siempre atrayendo todas las miradas; pues hay que saber que de lo más disfrutaba era de ser como una de esas estrellas que deslumbran allá por donde pasan, dejando a todo el mundo con la boca abierta, tal vez deseando ser como ella, tal vez odiándola fruto de la envidia, pero siempre admiradas por todos.

Su público solía estar compuesto por jóvenes que se le acercaban atraídos por ese brillo especial que los años no habían conseguido deslucir y que quedaban definitivamente prendados por su expresividad y elocuencia, pues era capaz de embelesar con la palabra, cual si de una sirena o nereida se tratase.

Fue si duda Sino, quien tenía deparado un extraño camino para mi persona, (pero esa es otra historia), el que facilitó que entrase a su servicio como capitán de su guardia. De esta manera pude conocer a la marquesa, no ya inmersa en el artificio de la corte, si no en su propia morada, donde brillo y atractivo dejaban paso a la verdadera naturaleza de nuestra querida dama.

Habréis de creerme si os confieso que ni yo mismo pude ser capaz de atravesar los innumerables velos de artificio que protegían a su persona y aún hoy es el día en el que reconozco que nunca llegué a descubrir la verdadera naturaleza de esta interesante dama. Pero lo que sin duda descubrí al penetrar en su morada, fue que brillo y atractivo no dejaban de ser luces que se mostraban ante la galería de la corte y cuán lejos quedaban al acercarse a su lúgubre mansión, imaginada por muchos como la corte de una reina de oriente.

Cualquiera hubiera pensado que una tal dama viviera rodeada del más exquisito lujo turco, acompañada por cortesanos, servida por una legión de doncellas y protegida por un ejército a sus pies... no habré de decir más que si un servidor, en función de capitán de su guardia, se arrodillase a sus pies, así lo hiciera en ese mismo instante todos los componentes de su guardia. Tal era la precaria situación de, en esos momentos, mi señora.

Y ese era precisamente su poder, su capacidad para crear fuegos de artificio que deslumbrasen a las masas, para ser una y mil veces el centro del universo, para estar en boca de todos... a pesar de en realidad no ser ni poseer nada. Nuestro idilio no duró demasiado, pues aún siendo un hombre de honor, ningún caballero puede ofrecer sus servicios a cambio de nada. Tal nada, que apenas alcanzaba para dotarme de las armas necesarias para el desempeño de mis funciones.

Pero que no haya confusión en cuanto a mi persona, no fue por dineros, o por lo menos no por la falta de ellos. Pues todo dinero que alcanzaba las arcas de la entonces mi señora era derrochado sin piedad en nuevos fuegos de artificio que mostrar ante la corte, cosa que bien investigué a pesar de lo que pudiera agraviar con ello a mi señora. Fue mi intención hacérselo notar discretamente a quien tanto me debía, pero no gustándole mis insinuaciones y haciendo caso omiso de la deuda contraída, hube de exigir la paga que nunca llegó; y de esas mismas fui despedido con la consabida frase y un "buena suerte" que más sonaba a maldición que a buen deseo.

Pues buena suerte tenga usted, señora marquesa, que le hará buena falta para seguir escatimando sueldos de quienes entren a su servicio.


De las andanzas del Señor de Lavelanet.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Pensamiento lineal


A lo largo de mi vida he llegado a la conclusión de que, en general, existen dos tipos de pensamiento. Por un lado el pensamiento lineal, y por otro, el pensamiento, llamémosle tridimensional o no lineal. Lo explicaré con un sencillo ejemplo fruto de de mi trabajo con niños y espadas, dos cosas que no recomiendo juntar en casa.

Cuando un niño es libre de coger cuantas espadas desee, comenzará cogiendo una espada y se sentirá poderoso; después cogerá otra y se sentirá doblemente poderoso. Esta realidad hace que el niño asimile una ecuación lineal que reza:

"Cuantas más espadas, más poderoso soy"

La consecuencia directa de este pensamiento lineal es que el niño intenta moverse a la vez que sujeta unas cuatro o cinco espadas, sirviéndose de piernas y sobacos para sujetar las que no alcanzan en sus manitas. Es en ese preciso momento cuando recibe un atisbo de pensamiento tridimensional o no lineal, y deja caer todas las espadas que no puede manejar, quedándose con las dos espadas que suponen el óptimo de armas con las que se puede luchar. Dudo que el niño resuelva entonces una nueva ecuación para la situación, ya que está suficientemente entretenido pegándole a alguien como para preocuparse mucho por lo que ha pasado, pero la ecuación que se deduce es:

"Una espada bien, dos espadas mejor y todo lo que aumente de dos será cada vez peor"

Parece algo obvio, pero en nuestra vida nos cuesta entender aquellas situaciones o ecuaciones que no siguen la linealidad, y este sencillo ejemplo, basado en la mente de un niño, nos puede enseñar mucho de como funciona nuestro cerebro a menos que se le eduque, cosa que desgraciadamente nos cuesta un gran esfuerzo a muchos, a otros toda una vida y a algunos tal vez dos o tres vidas.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Armas de la Prehistoria y la Edad Antigua


Sin pretender profundizar en la descripción de la Prehistoria y la Edad Antigua, a continuación se presentan las características más importantes de las primeras edades del hombre, siempre enfocadas desde la perspectiva de las armas blancas.

La Prehistoria viene definida como el periodo temporal comprendido entre la aparición del ser humano y el desarrollo de la escritura o, según autores, de la estructuración de algunas sociedades dando lugar a los primeros estados. Durante este periodo se diferencian dos importantes momentos, la edad de piedra, donde las armas y herramientas están fabricadas con este material, aparte de madera y huesos o astas de animales; y la edad de los metales, cuando el ser humano inicia el uso de metales para la fabricación de armas y otros instrumentos. A partir de este momento se empieza a hablar de la Edad Antigua; periodo histórico de las primeras grandes civilizaciones de Oriente Medio y la cuenca del Mediterráneo.

La colección comienza con armas-herramienta creadas por el hombre utilizando elementos de su entorno. Lo que diferencia al ser humano de otros animales que también usan piedras o palos como herramientas, es que el ser humano comenzó a guardar las piezas “idóneas” para una determinada función y que en cuanto pudo comenzó a crearlas modificando los elementos presentes en la naturaleza. De esta manera se convierte en creador de sus propias armas-herramienta, objetos que no abandonará después de ser utilizados a diferencia de otros animales.

Respecto a la edad de los metales existe una amplia variedad de armas de bronce y hierro que abarcan desde el inicio del uso de los metales por parte del ser humano, hasta piezas de una mayor complejidad. Lo destacable es que, aunque las técnicas de fabricación hayan cambiado desde entonces, los diseños básicos que se crearon en un tiempo tan remoto han pervivido durante toda la historia de las armas blancas. Esto es, armas cortantes y/o punzantes de una mano como las espadas; armas con un asta o mango de madera como hachas y lanzas; y armas con una función ornamental o votiva, que en muchos casos pierden su capacidad ofensiva.


jueves, 26 de noviembre de 2009

Tierna ternura de plástico


Hace días que trabajo sin descanso, literalmente de sol a sol, sin tiempo para estresarme siquiera; al menos se trata de un trabajo que me gusta, pero qué pequeños parecen los plazos cuando comienzan a terminarse... que estrés, tengo mil y una tareas pendientes, y mi querido ordenador que no quiere trabajar más rápido, y yo sin tiempo, que estrés... ¡necesito chocolate!

Y así lo hice, me decidí por una fuerte sobredosis de chocolate; en un sitio nuevo, una de esas modernas cadenas con ese aire antiguo de bote, prefabricado, pero que hasta me gustan. Miré una y otra vez la carta, y tras mucho meditar, me decidí por algo sencillo y lleno de lo que venía a buscar: crep rellena de chocolate, acompañada de chocolate caliente con nata y trozos de galleta, para que pasase la crep. La dulce muerte de un diabético...

Surtido de chocolate hasta las cejas, me dirijí a nuestra querida plaza de cemento luz y agua, pues la tarde acompañaba, cosa rara en nuestra ciudad, y había que aprovechar. Fue entonces cuando las vi, ellas no me miraron, bueno, no a mi, tan sólo a la ingente cantidad de chocolate que me disponía a devorar, y no me llamaron más la atención. Eran dos ancianas que, sin mucho más que hacer, veían pasar a los transeúntes de aquí para allá.

Yo proseguí con mi sobredosis anti-estrés, emulando a mis compañeras de banco, mirando al espectáculo que es la gente en su ir y venir y entonces vi algo que me agradó, que me pareció tierno, cuanto menos curioso. Una de las ancianas, de cara arrugada y afable, sacó un trocito minúsculo de plástico de su bolso, un trocito de plástico con burbujas, esas burbujas que tanto nos han divertido, esas burbujas que hemos explotado a miles siendo niños, y comenzó a explotarlas tranquilamente mientras en su cara se dibujaba una sonrisa. Su compañera la miró divertida y también rió.

Qué sencillo, que sencillamente tierno.



viernes, 20 de noviembre de 2009

El buen estudiante


El texto siguiente no es de mi creación, pero se trata de algo que he leído por pura casualidad y que me ha impactado de cierta manera. Se trata de una redacción de inglés de un niño de unos 12 años, aunque la resumiré un poco.

"Tom era un niño de 12 años,era el mejor estudiante de su clase y por eso nadie quería ser su amigo. Un día unos chicos de clase le ofrecieron salir con ellos, a pesar de que en breve había un examen, decidió aceptar, ya que era la primera vez que tenía amigos. Cuando le dejaron se encontró con su madre, quien le castigo sin cenar la noche siguiente. Tom había decidido estudiar esa noche, y como tenía mucha hambre, no pudo estudiar bien. Al día siguiente, durante el examen, Tom pensó que podía suspender y se prometió a si mismo no volver a cometer ese mismo error otra vez"

Bueno, este es un cuento triste de un estudiante de 12 años. La visión de este niño para mi es desalentadora y me atrevo a pensar que, sino es su caso, se trata del reflejo de alguna realidad cercana. Como moraleja podríamos sacar:

"Esfuérzate a pesar de tu propia vida, así prosperarás en esta sociedad"

Y que esta sea la visión de un niño de 12 años me parece terrorífico, ¿cuándo se dará cuenta de que las notas del colegio en realidad de poco o nada sirven en la vida?, y tantas otras cosas que en realidad nunca servirán de nada... Supongo que, siendo un tierno infante, esto nos transmite de manera indirecta que es lo que piensa su madre, madre castigadora, aún no se bien por qué. De seguir así supongo que seguirá siendo el mejor estudiante de su clase, y de su instituto y se acabará doctorando en alguna carrera que haya elegido su madre...

Pero bueno, tal vez no sea así, tal vez haya motivo para la esperanza; pero desde luego me parece muy preocupante que esta sea la redacción de un niño de 12 años.



miércoles, 4 de noviembre de 2009

En las llanuras sin nombre


Imaginemos un tiempo muy lejano, tal lejano, que aún el hombre casí no era hombre, tan solo uno de los muchos animales que habitaba las grandes praderas sin nombre. Pero ya era diferente, muy poco, pero si lo suficiente, tenía la extraña capacidad de ver cosas que no estan.

Ahora imaginemos uno de los pocos grupos de humanos, agregados para sobrevivir mejor ante un entorno hostil, de no más de un par de familias, algunos adultos y sus crías, nada más. Y entre ellos, aquel cuya capacidad, para ver lo que no es y lo que pudo ser, esta más desarrollada. No es un individuo muy diferente al resto, externamente no, por lo menos; pero cuenta con un don que le permite ver un poco más allá de las semillas y frutos que supondrán la próxima comida. Su nombre, un impronunciable sonido de una lengua del inicio de los tiempos, pero para nosotros es Lalat.

Latat es capaz de ver lo que no esta, y eso, aparentemente inútil, le permite pensar con una dimensión más que el resto de sus congéneres; y eso es mucho, pues multiplica sus capacidades por dos. No es el líder del grupo, ese puesto se reserva para el macho dominante, aquel más fuerte,el que protege al grupo de las amenazas externas. Pero si es a quien el grupo escucha, quien sirve de guía, pues reconoce la tierra por donde pisa, cosa que otros no hacen más que olvidar. Lalat ayuda a que el grupo sobreviva mejor, es bueno para el grupo, y el grupo agradece contar con Lalat.

Sin embargo, Lalat también es un individuo solitario, ajeno al grupo donde nació debido a su extraña capacidad. Pues, a pesar de su utilidad, el grupo también reconoce que hay algo que diferencia a Lalat de ellos. Lalat es diferente y a veces se le mira con asombro o veneración, otras con envidia y extrañeza. Esta situación no ayuda a integrar a Lalat en el grupo, pero si le ayuda a desarrollar cada vez más sus capacidades, en solitario, pues nadie puede comprender lo que no esta y el ve.

Con el paso del tiempo los líderes cambian, unos mueren en luchas con otros grupos, otros en las fauces de alguna bestia, los más son usurpados por individuos más jóvenes ávidos de poder; pero Lalat permanece, no hay quien usurpe su puesto, ni quien quiera. Lalat es anciano, y nunca parte con los guerreros, cuando esta en el grupo muchas veces se le ve rodeado de niños, quienes mejor comprenden sus palabras, otras ayuda a tomar las decisiones de importancia para el grupo, pues su experiencia es grande y siempre parece conocer algo más de lo que el resto conoce.

El tiempo ha hecho de Lalat el guía de su clan, a quien todos respetan, a quien todos escuchan en las cálidas noches junto al fuego. Y sin embargo, a Lalat no se le escapa que no es diferente del resto. Que todos sus congéneres son tan capaces como él de ver más allá, tan sólo un poco más allá, pero que en realidad, en lo mas hondo de sus espíritus, no lo desean, que prefieren que sea él, Lalat, quien mire a las cosas que no desean ver, que él decida por la senda que se ha de tomar, que él les guía por la oscuridad.

Y bien, ¿que hace Lalat al respecto?, pues nada, o casi nada, buscará entre aquel que sea capaz de soportar su carga, que este dispuesto a vivir con el grupo pero fuera de el, y le intentará enseñar todo lo que en su vida ha conocido, para que su clan no quede sin guía, para que la luz de su espíritu no se apague tras su desaparición, para crear un discípulo. Y con esto comenzar algo que mucho tiempo después sera parte integrante de la cultura, de la civilización humana, algo en lo que miles de individuos, descendientes de estos clanes de la llanuras sin nombre, depositarán sus esperanzas, sus miedos, sus dudas y su capacidad de ver lo que no esta, algo que será conocido como religión.



lunes, 19 de octubre de 2009

Turista


turista.

(Del ingl. tourist).

1. com. Persona que hace turis.

2. m. y f. despect. coloq. Idiota.



Según la Enciclopedia de la Real Academia de la Lengua de Ankh-Morpork.

No seré ni el primero ni el último que llega a la conclusión de que el turista es una especie de forma de vida de escasas luces, que se ve deslumbrado y a la vez atraído por cualquier cosa "pintoresca", especialmente si se esta haciendo cola delante de ella.

Hace bien poco he recorrido uno de los países mas turísticos sobre la faz de la tierra. Y no me refiero a ese tipo de turismo de "vacaciones", me refiero a ese turístico que busca recorrer kilómetros y kilómetros de pintorescas ciudades y pueblos sacándole una foto a cada piedra o adoquín que se cruce en el camino.

Por tratarse de unas fechas tan tardías como octubre, pensé en mi inocente ignorancia que los "turistas" hubiesen regresado a sus hogares después de la agotadora migración estival; pero no, me equivoque, ahí estaban todos, por todas partes, con sus cámaras, obteniendo fotografías de todo cuanto se dejase. Haciendo interminables colas para ver... algo, y como no, pagando unos desorbitado precios por entrar en un lugar "pintoresco". (A mi desde luego me pareció excesivo el precio de 8 € por subir al campanario de una iglesia, pero el "turista" esta hecho de otra pasta...)

Desde luego ha sido algo que me ha impresionado, esa avalancha de gente que lo llenaba todo, que no cesaba de moverse de un lado a otro, y que no paraba de demostrar que la segunda acepción de la enciclopedia estaba grabada a fuego en sus tiernas mentecillas. Pero lo más preocupante, lo que de verdad desvela mi sueño, es la pregunta que no paro de repetirme...

...¿seré yo un turista?


(Respecto a la foto daré una pista... ese es el baptisterio del duomo de Pisa...)


Hace un tiempo... en un lugar conocido


Hace ya un tiempo desde la última vez que deje escritas mis ideas, impresiones o relatos en este oasis, pero he estado viajando, como hacía mucho tiempo que no hacía. Disfrutando de una vacaciones tardías, pero bien merecidas; después de trabajar y estudiar, si no duro, si sin descanso durante los meses de verano.

Ha sido un plácido viaje a un lugar ya conocido, pero en inmejorable compañía. La última vez fue mucho más... extraña. Quede claro que este viaje me ha permitido desprenderme de molestos equipajes que quedaron abandonados en mi memoria hace ya, tan sólo, y la vez hace tanto como cuatro años.

Hoy soy feliz de viajar de nuevo, de volver a disfrutar de muchas cosas; no como antes, porque ya no soy el mismo, soy mejor, un poco mejor de lo que fui. En un tiempo dije que más sabio y con más tristeza en el corazón, pero tan sólo fue porque aún estaba triste... ahora me desdigo, y se que la vida me ha ofrecido muchas y diversas experiencias, unas dulces, otras amargas, pero no guardo más tristeza en mi corazón, hoy no.

Espero retomar la escritura, porque varias ideas deambulan por mi cabeza y me gustaría que se perdiesen en las aguas de Leteo.


De nuevo, saludos a quien lea estas líneas.



sábado, 26 de septiembre de 2009

La edad de oro de la espada


La Edad Moderna abarca desde finales del siglo XIV hasta mediados del siglo XVIII, representa un periodo histórico que también ha venido a denominarse Renacimiento, por la enorme revitalización cultural que sufre Europa durante este periodo.

De si las gentes de aquella época sintieron algún cambio al salir de la Edad Media para entrar en la Edad Moderna, acaso tenemos noticia. Sin embargo, lo que en verdad es indiscutible, es que en los siglos del Renacimiento la espada evolucionará como nunca antes lo había hecho en tan corto espacio de tiempo.

La tipología de la espada, que apenas había sufrido cambios en los anteriores mil años, comienza a desarrollar una serie de modificaciones que cambiarán la misma idea de espada para siempre. La guarnición de la espada se hace más compleja, aparecen multitud de aros y volutas que incrementarán la protección de la mano que esgrime el arma. Tendencia que tendrá su máximo exponente en la espada de taza, que como su nombre bien indica, presenta una taza o cazoleta que cubre la mano por completo de las estocadas contrarias.

Es, gracias a los avances en la metalurgia y al cambio de los usos y costumbres de la sociedad europea del momento, cuando se inicia la edad de oro de la espada europea; época que dará al mundo los más bellos ejemplos de espadas que haya fabricado el hombre, y que a su vez, paradójicamente, representará el inicio del fin del uso de la espada como instrumento de guerra.

Este cambio no fue únicamente importante en aquel entonces, ya que de esta época proviene lo que hoy en día venimos a conocer como esgrima; no el simple manejo de una espada, si no el arte de esgrimir, de sentir el hierro, de intercambiar estocadas y requiebros en una frase de armas; en aquel entonces en el duelo, y hoy en día, sin excesivas modificaciones, en la esgrima deportiva.


jueves, 17 de septiembre de 2009

El Señor de Lavelanet



Era extranjero, o por lo menos parecía serlo, un personaje diferente en algo al resto de la gente allí congregada. Parecía moverse de una manera especial, tal vez fuera simplemente distinto del resto de los hombres, más fino, con cierta gracia en sus movimientos que lo podrían haber encasillado mejor en el sexo femenino, que no afeminado. Digamos que recorría la abarrotada estancia como pez en el agua, con una gracilidad digna de alguien que, de alguna manera, sabía moverse, que controlaba cada uno de sus pasos para evitar rozarse con la masa humana que lo rodeaba. Supongo que eso fue lo primero que me llamo la atención del desconocido, pero no sería lo único que lo hacía excepcional y que alimentaría mi sorpresa.

A diferencia de muchos otros de los nobles presentes, parecía recorrer las estancias de un grupo de nobles a otro, no parecía tener un lugar asignado o que le fuera en gracia; y así fue como, de nuevo para mi sorpresa, se acercó hasta nosotras. Lo único que sabía hasta entonces del extraño personaje era que por su estatus no debiera de buscar la compañía de nuestras humildes personas, pudiendo como podía codearse con los más selectos círculos de los allí congregados. En un primer momento creí que tal vez fuera por su carácter liberal, e incluso iconoclasta, por lo que se acercó a nosotras, (o como él mismo me reconoció más tarde, por contemplar de cerca la belleza de mi joven compañera, una bella dama recién llegada de las tierras del norte), motivo que me pareció fútil en extremo, pero que después de un tiempo en su compañía, llegué a considerar todo un ardid del destino que me permitiría conocer al interesante Señor de Lavelanet.

Las siguientes noches volvería a rondarnos, y poco a poco pareció ir perdiendo el interés en la belleza hueca de mi joven compañera para desarrollar conversaciones de toda índole en las que demostraba toda una suerte de conocimientos sobre los temas más diversos. Era su carácter inquisitivo a la par que burlón, y gustaba de conversar argumentando con tal pasión como si de un combate a espada se tratase, a pesar de lo cual, tras la discusión más acalorada, parecía olvidar el haberse sulfurado y regresaba a su estado jovial y relajado que lo caracterizaba. Otras veces, en mitad de una docta argumentación, se veía atraído por algún evento que consideraba de gran belleza y se quedaba ensimismado como si la curiosidad de un niño se hubiera apoderado de su voluntad y acto, para regresar repentinamente y continuar hablando como si no hubiera pasado nada. En cualquier caso, era un placer escuchar hablar a tan docta figura, un verdadero maestro, cuya sabiduría se forjaba en base a una insaciable curiosidad por todo cuanto le rodeaba.

Y algo debió de ver en mí, puesto que poco a poco, dejo de frecuentar muchos de los otros círculos de la nobleza, para pasar horas y horas conversando sobre lo divino y lo mundano en mi compañía, alejados del mundanal ruido, recluidos en sus estancias privadas o en algún rincón discreto de los jardines de palacio. ¿De que hablamos exactamente?, bueno, eso tan sólo podrá ser contado con más tiempo, por ahora ya ha sido suficiente por una noche, y el Señor de Lavelanet no es para una única noche...


Condesa de Evala




martes, 8 de septiembre de 2009

Un amor perfecto



Hace muchos, muchos años existió un hombre de increíbles cualidades. La suya era una mente preclara, de una erudición legendaria. Gracias a pertenecer a la casta más favorecida de su tierra , pudo desarrollar su pensamiento hasta límites insospechados; tal fué su capacidad, que creo un mundo, un universo más bien, el universo de las ideas. En este universo introdujo todas sus ideas, que no eran pocas, y las de otros muchos, de su tiempo y de siglos anteriores y venideros. Obra magna fue esta, y por ello fue recordado por los siglos de los siglos.

En lo que para él fuera un acto de bondad, trasladó a la Perfección de todas las cosas a este perfecto universo, y allí la guardo de cuanto pudiera ocurrirle, pues no sin razón pensaba que la Perfección podría sufrir daño en el universo de las cosas mortales. Sin embargo, como veremos más adelante, esto tuvo consecuencias desastrosas para los pobres humanos amantes de las cosas bellas.

Aquel hombre murió tiempo después, pero su fama alcanzó todos los horizontes conocidos, y aún más allá. Su universo sobrevivió a su creador, y tan hermoso era que no fueron pocos los que alabaron tan magna obra y también decidieron verter sus ideas en el. Así fue como cada hombre pensante que creía en este universo ayudaba a darle vida, a perpetuarlo en el tiempo, a extender sus fronteras, hasta casi sobrepasar las del propio universo de las cosas mortales. Yo mismo fui uno de aquellos seducido por tan magna obra, yo recorrí este mundo sin parangón, y allí encontré la Perfección, de la que súbitamente me enamoré.

Mas la dicha no fue tan buena como en un principio creí. La Perfección vivía encerrada en este universo, exiliada del mundo de las cosas mortales, guarecida dentro de una jaula dorada y se negaba a escapar, a acompañarme en mi discurrir por la mortalidad. Qué lejos estaba mi amante, que dolor no poder recorrer este universo, mortal, es verdad, pero universo, donde tantas cosas bellas se podían encontrar. Así mi dicha muto en desdicha, alejado como estaba de mi amante, ¿cómo podía de este modo ser feliz?

Atrapado en un amor platónico como pocos, no tardé en sufrir de infelicidad a pesar de estar enamorado. Y es que la Perfección es una cruel amante, tan alejada de nuestro mundo que es incapaz de comprendernos, ni tan siquiera de amarnos un poco, pues en el fondo le repugnamos como seres mortales e imperfectos que somos. Así de triste podría haber acabado esta historia, que no pocas veces ha terminado con la felicidad de grandes y pequeños hombres como yo, pero gracias a los dioses, un final inesperado me esperaba mucho más cerca de lo que hubiera imaginado.

Cansado de la exigencia ilimitada de mi cruel amante, comencé a deambular como alma en pena por este mundo mortal tan lleno de vitalidad. Y así, poco a poco, fui reconociendo todas las cosas bellas de las que el mundo de las ideas había tomado molde para crear su perfección. Y me di cuenta de que, tan alejadas de la realidad, las cosas perfectas eran menos perfectas de lo que creía, ¿pues no era atributo inmejorable de cualquier cosa el existir en realidad?, ¿como iba a competir una idea con eso?. En estos pensamientos me encontraba cuando me topé con un hermoso joven, Optimo. No era perfecto, he de reconocerlo, pero tenía una belleza natural que aumentaba su atractivo de una manera sorprendente.

En un principio me resistí a abandonar mi amor ideal, mi romance, mi desdicha; pero a medida que iba conociendo a Optimo, fui olvidándome de mi hermosa y lejana Perfección. Las cosas con Optimo eran muy diferentes, con el podía pasear por este bello mundo, más real que cualquier otro y disfrutar verdaderamente de la vida de una manera perfecta. Si, de una manera perfecta.

Había sido muy feliz recorriendo el hermoso mundo creado hacía ya tanto tiempo, enamorándome de la hermosa Perfección; pero tanto tiempo alejado del mundo real, del mundo donde habito, me había llenado de desasosiego y desdicha. Pues me pasaba como al pez que estando en tierra carece del liquido elemento que lo sustenta y esta destinado a morir. Ahora, conocido Optimo, que no es más que lo mejor que nos encontramos en la vida, soy mucho más feliz. Porque lo mejor no tiene porque habitar en el universo de las ideas, lo podemos encontrar aquí mismo, es verdad que tendrá fallos, que podrá ser mejorado, que, en definitiva, no será perfecto, pero lo que indudablemente será, es real como la vida misma.

"Siempre aspiro a más, y soy feliz con lo que tengo"



miércoles, 2 de septiembre de 2009

Al filo de la media noche

Quienes me conocen saben de mi pasión por las armas blancas, dícese del arma de hoja de hierro o de acero, como la espada. Este fruto del ingenio humano posee el dudoso honor de ser el primer objeto creado exclusivamente como arma ofensivo contra otro humano. Aún así, decir sólo esto sería omitir mucho de lo que son o han sido las armas blancas, y más especialmente las espadas.

Hace poco tuve el fugaz destello de lo que puede significar este hecho tan aborrecible, la destrucción de una vida humana, el uso de un arma que será teñida de rojo y dejará de ostentar el título de blanca. Fue gracias a Morfeo, y a los dioses doy gracias de que no tenga la desgracia de soportar ese trance en los dominios del día, pero la sensación con la que desperté sobresaltado me hizo pensar en el horror que esconde la belleza de un objeto destinado a destruir la vida humana. Verdadramente aborrecible.

Tiempo después, acompañado del sosiego que nos brinda la luz del día, reconocí este horror real, pero que no se esconde en las armas que empuñamos, si no en los brazos que las esgrimen. No es violenta la espada sanguinaria, lo es la naturaleza humana, la naturaleza misma de la que formamos parte indivisible.

Es por ello que recordé que la espada, símbolo de destrucción, también lo es de ley. De orden, de honor, de todo aquello que demuestra que lo humano, aún siendo naturaleza, puede ser capaz de sentimientos que lo diferencian del instinto. La espada ha significado la rectitud y el equilibrio, la violencia contenida en una línea de acero, una fina línea que nos separa de las bestias.

Hoy soy más consciente de la realidad del arma blanca, de sus brillos y sus sombras, o tal vez sea de los brillos y las sombras de su creador de lo que soy más consciente, pero a pesar o gracias a ello, sigo sintiendo una fuerte atracción por este artefacto humano que tanto representa para mí y para tantos en un mundo tan diferente del que lo vio nacer.

domingo, 23 de agosto de 2009

Una nueva lengua

Como muchos de los habitantes del País Vasco, dedico tiempo y esfuerzos a conseguir uno de los Perfiles Lingüísticos de Euskera que me permitan acceder a un buen puesto de trabajo. Inmerso estos días en un curso intensivo de Euskera, he decidido presentar aquí el primer texto que de "motu propio" he escrito en esta lengua. Espero que, de poder leerlo, os guste a pesar de no estar en un idioma que domine de igual manera que el castellano.

Euliaren Bizitza Sekretua


Gure munduan, izadian, hamaika animalia daude. Batzuk interesgarriak dira, beste batzuek nazkagarriak; baina haien artean gehienek zientzilarien jakinmina esnatu dute. Eta, jakinmina esnatu ez dutenak? Zer gertatzen da horiekin?

Gure inguruan, oso hurbil, batzuetan gehiegi, ezezagun horietako bat daukagu. Eulia. Bai lagun, eulia, nahiz eta oso hurbil egon, ezezagun hutsa da. Horregatik bere munduan sartu nahi dut, bere misterioak argitzeko. Zatoz nirekin, Euliaren Bizitza Sekretua ezagutzera.

Bururatzen zaidan lehenengo galdera hau da: zergatik daude hemen?

Teoria polit beten arabera, izaki bizidun guztiek funtzio bat betetzen dute izadian. Bada teoria hau egia izango balitz, gure mundua ezin erosoagoa izango litzateke, eta agian euliak desargetuko ziren. Zeren eta euliek betetzen duten funtzio bakarra zirikitzea da, eta ez nago ziur hori funtzioa den.

Baina beno, hemen daude, gurekin, beti gurekin, beraz zergatia jakin ez arren, beste galdera bat bururatzen zait. Zer daukagu gure azalean haiek erakartzeko?

Hau oso interesgarria da. Zientzilari askok eltxoen bizitza ikertu dute, beraien lehengusuak. Eta orain, XXI. mendean, badakigu eltxoarentzat hain erakargarriak izatearen zergatia.

Baina, euliarentzat? Eta, zergatik itzultzen dira? Nahiz eta izutzen ditugun, gure asmoa okerrena izan arren, beti itzultzen dira. Agian, zerbait goxoa daukagu gure azalean, eta horregatik itzultzen dira; hala ere, izerdia baino ez daukagu bertan, eta ezin da hain goxoa izan. Ez daukago ideaiarik...

Azkenean beste teoria bat aitortu behar dugu. Nik neuk ezin dut sinetsi; baina, nahiz eta gorrototzen ditugun, ekaso euliak maite gaituzte? Auskalo.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Literatura a granel



Desde hace ya un tiempo se puede ver esta escena en cualquier librería de éxito,

Una aficionada lectora se hacerca al dependiente:

- Buenas, ¿tiene algo fresco?
- Si señora, primeras ediciones, frescas, frescas, recientitas de imprenta.
- Bien, pues queria 300 páginas de novela histórica, 200 de historia de amor y unas 450, 500 páginas de acción, que siempre acompaña bien.
- Muy bien, y no querría también unas pocas páginas de intriga, la tengo muy buena.
- Esta bien, pongame unas pocas, unas 150, no más.

Total, una fantástica novela de éxito de unas 1000 páginas, que si no, no cunde.

Esta claro que, de momento, esto no es así, pero parece que poco falta. Esta de moda, y eso no creo que nadie me lo discuta, lo que yo denomino "literatura a granel"; me explico, no parece que exista una novela que no este bien "engordada" hasta, como mínimo, las 500 páginas.

¿Es que no existen magníficos libros de 100 o 200 páginas? Y no es que desprecie un libro sólo por la cubierta, o en este caso, por su grosor; pero ya van unos cuantos "paquilibros" que me han decepcionado sobremanera por el exceso de "paja". Calculo que algunos tienes hasta 300 páginas de pura celulosa, sin ningún valor argumental, unicamente allí puestas para conseguir alcanzar el grosor suficiente para ser un best-seller. Y desde luego estoy harto.

Ultimamente cuando encuentro uno de estos libros decido usar una lectura "ultra-rápida". Esto me permite avanzar hacia el argumento de la historia ignorando páginas y páginas sin contenido. ¿Como lo hago? Facil, leo una y cuento veinte. Parecera mentira, pero funciona. A fuerza de tener que meter paja, los escritores repiten una y otra vez la historia sucedida haciendo que se la cuenten una y otra vez unos personajes a otros. De tal manera que es casi imposible no enterarte de algo sucedido en las páginas anteriores aunque no las hayas leido. Es triste, pero cierto.

De todos modos, no creo ni mucho menos que esta sea la mejor solución posible. Este tipo de lectura es más parecido a una especie de saqueo que a un disfrute de lo que pueda ofrecernos un libro. Asi que me hago yo esta pregunta, ¿no puede usted, señor escritor, ahorrarse horas y horas de trabajo rellenando hojas y hojas de historia intrascendente, para que yo me ahorre horas y horas de lectura aborrecible?


sábado, 1 de agosto de 2009

Patente de corso



La patente de corso era el permiso concedido por un estado para realizar actos de piratería sobre buques de otros estados con lo que se estaba en guerra. Pero también es la autorización que se tiene o se supone para realizar actos prohibidos a los demás.

Pues bien, en nuestros días aún existe una "Patente de corso", me refiero a la sección de un dominical del escritor Arturo Pérez Reverte. Como no se le conoce barco navegando por el Manzanares, he de asumir que se trata de la segunda acepción de esta peculiar "patente", cosa que desde luego queda claro si se van leyendo sus últimos artículos.

Hace años leía esta sección con interés, en ella este gran escritor nos daba su opinión sobre diversos temas con no poco sarcasmo e ironía. Sien embargo, esa ironía que tanto me atraía ha ido convirtiéndose en amargura y desprecio por todo cuanto le disgusta. Si en un principio era agradable ver como alguién mostraba sus opiniones sin importar lo "politicamente correcto", que tanto mal hace a veces a la hora de comunicarse, creo que ha llegado a un extremo que simplemente busca despotricar contra lo primero que se sale de su arcaica visión del mundo. Empezó poco a poco, pero como al niño travieso al que se le ríe la gracia, ahora se ha convertido en un "adolescente" respondón que no siente respeto por nada ni por nadie. Y para colmo parece que todo le molesta.

No se cual habrá sido la causa de la amargura de este hombre, pero tal vez se haya contagiado de esa añoranza amarga que siente el pueblo español por ese imperio perdido allá por el XVII. Desde luego sus últimos éxitos así lo muestran. Añoranza por el imperio, por la fortaleza de un pueblo que hizo temblar a Europa; haciendo honra de lo castizo, del pueblo llano, en contra del noble o político que maneja al pueblo... hasta a mi me parece que poco ha de quedarle para arremeter contra los "afrancesados".

Así mismo, reconozco desde aqui que soy un enamorado del siglo de oro, de la capa y de la espada; y que seguramente este muy de acuerdo en muchas cosas con el señor Pérez Reverte, pero siceramente, desde el mayor de los respetos, creo que don Arturo se esta volviendo un verdadero cascarrabias.



domingo, 19 de julio de 2009

¿Se nace o se hace...? II


Me remito a mi anterior escrito para dar respuesta a esta pregunta tan compleja. Pero en este ocasión desmonto mis propios argumentos para ofrecer la verdadera razón de mi opinión al respecto. Porque, en realidad, sin mentir, no dije toda la verdad.

Y es que, aunque son perfectamente válidos los argumentos a favor del ambiente para modelar nuestro comportamiento, mi opinión no nace de la argumentación, sino de una consideración moral.

Explicaré esto a través de un evento de la historia humana surgido a partir de esta misma pregunta que aquí formulo, ¿nacemos o nos hacemos?.

A principios del siglo XX, una importante corriente científica vio en la leyes de Mendel sobre la herencia y los descubrimientos de la genética, la base para responder a esta pregunta. Y la respuesta fue que "somos aquello que nuestros progenitores nos transmiten biológicamente".

Hasta aquí las implicaciones no parecen graves, pero las consecuencias fueron desastrosas. Con un espíritu humanista, y en gran medida tremendamente paternalista, que buscaba guíar a la sociedad con la luz del conocimiento surgió la idea de la "eugenesia". De "eu-" bueno y "genesis" creación; es la idea de perfeccionar la especie humana en base a las leyes biológicas de la herencia. Actualmente se trata de una palabra en desuso, e incluso de un termino tabú que no quiere recordarse en los círculos científicos. Pero entonces a unos cuantos les pareció una "buena" idea.

Con esta idea "humanista" se planearon políticas reales de "mejora" de la especie humana. El principal objetivo de estas políticas era evitar la propagación de los caracteres negativos de nuestra especie, y no se les ocurrió mejor manera que evitar la reproducción de los individuos portadores de estos caracteres.

De esta manera en diversos paises, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania, se procedió a la castración o esterilización de diversos colectivos, como deficientes y enfermos mentales, delincuentes o incluso determinadas "razas" que se consideraban perniciosas. Nadie desconoce cuales fueron sus últimas consecuencias; Alemania dió un paso más y decidió exterminar aquellas "razas" que no consideraba adecuadas para la "eugenesia" de la humanidad.

Después de este inciso, retomo la argumentación sobre el tema que nos interesa, si nacemos o nos hacemos en este mundo.

Pues bien, respecto a si nacemos o nos hacemos, usando el ejemplo del talento musical, el saber si Mozart hubiese desarrollado su talento a través de un tambor en el África subsahariana o no, en realidad carece de importancia. Pero hay una pregunta que requiere de mucha más cautela a la hora de responderse por las implicaciones morales de la misma. Un asesino, ¿nace o se hace?.

Claro esta que la pregunta de la música era facil de responder por su "ligereza", pero cuando se habla de un asesino... de nacer predeterminado para el asesinato, ¿deberíamos eliminar a este individuo de la sociedad antes de que cometa un crimen? ¿Podríamos culparle de algo que estaba implicito en su naturaleza y sobre lo que carecía de control? Como vemos la pregunta incial desemboca en una serie de cuestiones morales dificiles de asumir ante un comportamiento más complejo que la creación artística, por no hablar de las implicaciones que pueden llevarnos de regreso a la eugenesia.

Así las cosas, sea por miedo o por desidia, me veo argumentando a favor de la acción ambiental . Esta acción ambiental actuaría sobre una predisposición biológica, que no niego, pero que en ningún modo creo que nos predestine.

O tal vez quiera pensar que somos libres, y que somos: nosotros, nuestras circunstancias y las decisiones que, con mayor o menor libertad, tomamos a lo largo de nuestra vida.

Y desde luego, así, duermo más tranquilo.

jueves, 16 de julio de 2009

¿Se nace o se hace...?



Pregunta eterna, pareja a ¿de donde venimos? o ¿a donde vamos?, pero tal vez, de más fácil experimentación. Pues, como mínimo, todos nacemos una vez.

Es aún así difícil de responder, pero me atreveré a argumentar al respecto. A mi entender debe de existir una cierta predisposición genética que nos permita desarrollar una u otra habilidad, una cierta destreza innata. Pero que si carece del estímulo apropiado, esta abocada al fracaso o a permanecer en la absoluta obscuridad.

A modo de ejemplo diría que, si Mozart no hubiera sido torturado con clases de solfeo desde su más tierna infancia, no hubiera creado su primera obra a los cinco años de edad. O que si hubiera nacido en Zimbawe, tal vez hubiera tocado fantásticamente el tambor, pero nunca el clavicordio. Es verdad que se dice que de padres músicos, los hijos "misteriosamente" tocan música; pero creo que el entorno favorece esa cierta predisposición que en absoluto determina lo que llegaremos a ser.

Es por todo esto que me decanto por opinar que nos "hacemos" o nos "hacen", más que venir predeterminados desde el momento del nacimiento por unos genes que nos marcarán de por vida.

martes, 14 de julio de 2009

Si te gusta conducir...


La semana pasada pregunte qué era lo que vendían los anuncios de coches. Esos en los que no se habla en ningún momento del coche en sí, ni de sus prestaciones, ni de su consumo, ni de nada que tenga nada que ver con el bendito modelo de coche que supuestamente anuncian.

Como bien dijo un lector, parece ser que venden libertad, felicidad, aventura, quien sabe si un ligue... Y es verdad, no venden coches. O por lo menos no un coche en específico, no un modelo, no una marca.

Pero creo que van un poco más allá de una emoción, una aventura, un ligue (eso también lo ofrecen hasta algunos champús), venden un estilo de vida. Venden el "yo tengo coche". El "yo tengo poder porque tengo coche".

Y sin embargo me resisto a pensar que este modo de vida sea imprescindible (aún a pesar del desastroso sistema de transporte público). No creo que sea necesaria una máquina de una tonelada para transportar a una persona de su casa al trabajo, o a recoger a los niños, o a por el pan... Y sin embargo ahí esta este estilo de vida, por todas partes, sólo hay que ver cualquier calle de ciudad para ver hasta que punto es verdad esto, estamos rodeados de coches, inundados de coches, ahogados entre ellos.

La realidad es que en España el principal gasto de cada persona, después de la vivienda, es el coche; sin importar marca o modelo, ni las prestaciones que tenga.

Y es que parece ser que todos nos hemos tragado el anuncio que nos invita a ser "libres" de pagar un coche.



miércoles, 8 de julio de 2009

¿Te gusta conducir?


Supongo que todo el mundo conoce este lema de un anuncio de coches, o por lo menos, todo el mundo ha visto un anuncio de coches en su vida. La pregunta que yo hago es: ¿qué venden los anuncios de coches?, porque en realidad poco o nada nos cuentan sobre el coche en cuestión.

De momento, querido lector, te ofrezco la pregunta; espero tu respuesta.

martes, 7 de julio de 2009

Friki


Existe una palabra que no muchos conocen y a la vez esta en boca de todos: "Friki"

La palabra "friki" deriva del termino inglés "freak". Este termino se utilizaba para designar a los monstruos de feria al estilo de la mujer barbuda, el enano o el forzudo. Posteriormente esta palabra alcanzó nuestro idimoa, pero con otro significado.

El termino "friki" ha venido a utilizarse para designar de manera "cariñosa" a los aficionados a la fantasía, la ciencia-ficción, el mundo medieval y los juegos de rol, entre otras cosas. Es un hecho que los miembros de esta subcultura siempre han sido vistos como "raros" por el público en general, y este apelativo a venido a mostrar una especie de orgullo por la rareza que los diferencia.

Sin embargo el termino "friki" ha trascendido las fronteras geográficas así como las sociales en nuestro país y el significado original ha llegado para recuperar su lugar. De esta manera, ahora se puede escuchar con harta frecuencia comentarios del tipo: " Es un friki del futbol" o " Mira que frikis salen por la tele".

Y desde luego se están refiriendo a un fanático de algo (en este caso del futbol) que raya los límites de la psicopatía, o a los diferentes personajes y personajillos que pueblan nuestra tele-basura de manera lamentable; y que, sin ellos saberlo, recrean ese espectáculo de feria esperpéntico que antaño recorría los pueblos produciendo a la vez asco y atracción entre las gentes del lugar.

Curiosidades del lenguaje desde luego. Primero vino la palabra y después le siguió el significado.

Lamentablemente, este hecho produce que muchos de los que disfrutan con la literatura fantástica, las películas de ciencia-ficción o los juegos "no convencionales" renieguen de su condición de "friki" e intenten cubrirse de una capa de normalidad que esconda sus "rarezas".

Una verdadera pena. Lo único que me consuela es saber que hay más "frikis" de los que se imaginan, aunque muchas veces ellos mismos aún no lo sepan.



viernes, 3 de julio de 2009

Echarle morro


Querido lector,

Según la octava acepción de la palabra morro en el diccionario de la RAE, dícese que echarle morro es mostrar descaro o desfachatez de manera coloquial. Yo me conformo con el descaro, pues desfachatez creo que sería exagerar.

Pues bien, dicho esto y echándole morro, invito a quién pueda interesar a comentar aquello que le guste o disguste sobre lo que aquí esta escrito. Y que no se equivoque nadie, que mis corteses maneras no enmascaren que lo único que busco es: por un lado, saber si escribo al hiper-espacio sideral o hay alguien que recibe mi mensaje; y por otro lado, y no menos importante, alimentar "levemente" ese gusto por saberse leído, que no es otra cosa que el ego que cada uno atesora en su interior.

Así pues, agradecería cualquier comentario que quedase por escrito, un cortes saludo.


AS


"Si vas a ser descortés o descarado, al menos se ha de hacer de la manera más educada posible"


lunes, 29 de junio de 2009

Día del orgullo gay


28 de junio, día del orgullo gay. Este día conmemora los disturbios de Stonewall, (Nueva York, 1969) primera acción gay que se opuso a la fuerte represión policial a la que se veían sometidos en Estados Unidos. Actualmente se trata de una jornada festiva de reivindicación de derechos para los homosexuales y algunos otros colectivos.

Y sin embargo, no me siento en ningún modo representado por este acto.

Quienes conozcan mi opinión acerca de la sexualidad, sabrán que soy una persona de mente abierta que aboga por la libertad sexual de todos y cada uno, empezando por mi mismo. Estoy totalmente a favor de que cada cual viva la sexualidad con libertad; es mas, creo que hasta que no existan los "armarios" la sociedad no será verdaderamente libre. Aprovecho aquí para saludar a las religiones que hacen "fabricar" armarios tan adecuadamente.

El caso es que a pesar de mi mente abierta, no consigo identificarme con un montón de gente que, a ritmo de música tecno, salen a la calle para dar rienda suelta a su identidad sexual. Y esta es la palabra clave "identidad sexual", para mucha de esta gente su sexualidad es su identidad. Hacen de su sexualidad la piedra angular de su personalidad.

Yo no soy gay, no soy maricón, no soy una "loca", no me gusta la música tecno, no voy al gym ni salgo por el "ambiente", no me gustan las plataformas, no utilizo el femenino para designarme, no me maquillo ni visto de una manera especial, tan sólo me gustan los hombres.

Estoy muy a favor de que tu sexualidad no afecte al resto de tu vida, ni se te juzgue por ello; pero no estoy a favor de que por que te gusten los hombres debas de encajar en un arquetipo que se me antoja más como un freak social que como una manera de vivir tu sexualidad.

Ánimo salid todos a la calle y demostrad que se puede vivir la sexualidad con naturalidad, sin crear un espectáculo; entonces será cuando habremos alcanzado la libertad.


miércoles, 24 de junio de 2009

Algo hay en la noche, la noche más corta


Hoy ha sido un día hermoso. El día más largo, cuando el sol se acantona en el firmamento y poco deja a esta noche tan corta para respirar. Aún así, la noche es capaz de maravillas sorprendentes, de realizar una magia ancestral que nos hace a todos encender hogueras en honor a tradiciones casi desconocidas, en recuperar la ilusión infantil de escuchar un grillo en mitad de la ciudad de los relojes. Entre tejas marrones y cubiertas de musgo, en medio de tanta urbanidad, nos muestra un retazo de naturaleza infantil, cuando buscábamos grillos entre las altas hierbas de un descampado cercano. Gracias noche por este regalo, por este recuerdo de una niñez que se aleja en nuestro calendario, pero que es invocada con cada recuerdo, renovada con cada ilusión rememorada en una noche como esta, la mas corta del año.

Y gracias a todos los que estáis y habéis estado cerca, buenas noches cortas.

lunes, 22 de junio de 2009

Un año más, fin de año otra vez


Un año más, pues en unas horas será uno más el número de años de mi existencia; fin de año otra vez, pues en estas fechas, en las que el sol se resiste a abandonarnos hasta bien alcanzada la noche, es cuando termina el año.

Es cuando termina un ciclo, cuando nos preparamos para los meses del estío, cuando el ritmo de todas las cosas es diferente, más lento, más pausado; donde disfrutamos del calor de Lorenzo como nunca, hasta que la caída de la hoja nos devuelva a la rutina.

Feliz fin de año.

viernes, 19 de junio de 2009

Campaña X tantos


Supongo que quien vea mínimamente televisión habrá podido ver el anuncio de la última campaña de recaudación de la iglesia católica , pidiendo que se marque la X de la iglesia en a la declaración de la renta.

La verdad es que pintan una iglesia muy bonita, recordándonos que un montón de gente adscrita a la iglesia católica trabaja en actividades sociales.

En el anuncio un narrador comenta:

"Cuando María enseña humanidad (en un colegio), es iglesia católica"
"Cuando Pedro cuida enfermos, es iglesia católica"
... y algún ejemplo más.

Sin embargo creo que olvidan otros ejemplos:

"Cuando un obispo dice que es peor el aborto que la pederastia, es iglesia católica"
"Cuando un obispo amenaza con la excomunión a todo el que se implique en el aborto, es iglesia católica"
"Cuando un obispo declara que los homosexuales son enfermos, es iglesia católica"

Para que seguir...

Desde luego creo que la única razón de la pervivencia de la iglesia católica en España es la idea muy asentada de que existen dos iglesias. Por un lado la jerarquía, que parece englobar tanto a los "interesantes" obispos, como a los sectores más duros. Y por otro, la denominada iglesia de base, osea, todos los creyentes en el cristianismo que defienden que para creer en dios no es necesario seguir todos preceptos que la jerarquía imponga.

En el momento en el que esa gran mayoría "de base" entienda que SI hay que asumir lo que la jerarquía de su iglesia dice, tal vez veamos el nacimiento de una nueva iglesia cristiana.

Y por consiguiente (dios lo quiera), presenciaremos la práctica extinción de esa "jerarquía" que en realidad acepta de muy buen grado la heterodoxia entre sus filas, empezando por la base, a la que necesita de manera imperiosa para sobrevivir.

martes, 16 de junio de 2009

Orgía


Tal vez pueda parecer por el título de esta entrada que voy a hablar de sexo, pero no es así, no exactamente.

Hace un tiempo tuve que buscar medidas métricas antiguas para entender unos viejos tratados (de esgrima, como no), y fue esta curiosidad la que me encontré:

Orgía: 6 pies o 4 codos, unos 2 m; según Herodoto.

Cosa curiosa desde luego, yo que siempre había pensado que una orgía serían mas o menos, como mínimo, unas cuatro personas... y resulta que con seis pies (tres personas), ya es suficiente...

Buscando respuesta a ello he encontrado el dato que respalda mi suposición en, la siempre interesante, wikipedia:

"Estrictamente hablando, el sexo grupal que involucra a sólo tres participantes se llama ménage à trois (término francés que se pronuncia [me'naʒ ɑ'tʀwa], /menázh.atrwá/, o un «trío»"

Asi que, si todo esta claro, la cosa quedaría de esta manera:

Orgía, trío, pareja y... masturbación, digo yo.

lunes, 15 de junio de 2009

El arte de la esgrima



Hace ya unos días que, entretenido con el mundo que me rodea, no me evado hasta la lejana Rachidia. Y hoy me siento casi obligado a escribir algo con lo que evitar que este espacio caiga en el desuso. Indudablemente el no haber escrito nada, no significa que nada haya pensado; para mi gracia y pesar, nunca se detiene el pensamiento.

Pues bien, últimamente he retomado el estudio de la esgrima antigua, aquella que se practicaba en torno a los siglos XVI y XVII. Es ciertamente complicada la búsqueda, y posterior comprensión, de tratados de esgrima de una época en la que cada maestro creaba su propia esgrima, y pocas convenciones creaban un cuerpo común sobre la enseñanza del arte de la espada.

Eso si, desde luego es interesante, y permite conocer los origenes de que hoy es la esgrima moderna desde un punto de vista muy diferente al de nuestros días. Aquellos maestros no veían un "sport" en la práctica de la esgrima; veían un arte, el arte marcial europeo por excelencia.

Con todo esto en mente, a este humilde profesor, queriendo emular a aquellos maestros de antaño, se le ocurre una sucesión que pudiera existir en la práctica de la esgrima o que por lo menos así comprendo:

1º Distancia

2º Destreza

3º Astucia

4º Arte

En el largo proceso de aprendizaje, cada uno de estos niveles supondría un grado de habilidad a la hora de batirse con espada.

En primer lugar encontraríamos la distancia, primera cosa que todo luchador debe conocer; la distancia es lo que evita que nos alcancen, y es aquello que debemos recorrer hasta nuestro adversario.

Como segundo punto tendríamos la destreza; que representa el conjunto de técnicas aprendidas que nos permiten manejar el arma que portamos convenientemente. Llegar a este punto es relativamente fácil, y es a partir de aqui cuando un esgrimista se puede considerar completamente iniciado en el arte de la espada.

El tercer punto se puede enunciar convenientemente a través de un refrán: "Más sabe el diablo por viejo, que por diablo". Lo que viene a significar que la destreza aprendida es más peligrosa en un "perro viejo" cuya astucia supera a la de un iniciado, a pesar de poseer ambos las mismas técnicas conocidas.

Y por último vendría un grado que denomino "arte". En este punto el esgrimista entiende todos los niveles anteriores y es capaz de crear acciones fruto de su dominio de todos ellos.

Pero lo más importante, cuando los esgrimistas que se enfrentan han alcanzado este nivel, ignorarán todo aquello superfluo que no este orientado directamente a la consecución de un tocado espectacular, o cuanto menos, que demuestre su dominio de la espada. Fuera cualquier movimiento de distracción que un experimentado esgrimista sabe que en nada afectará a alguien tan avezado como el. Fuera fintas y requiebros, no se malgasta energía en movimientos inutiles. Sólo hay espacio para la fría observación del enemigo a batir. La energía del guerrero se condensa en el interior del cuerpo durante una eternidad que transcurre en escasos segundos, esperando ser liberada en un impulso que será quien lo lleve a la gloria o a la derrota.

Y sin embargo, ganador o vencido, el esgrimista que aprecia este "arte", degustará cada una de las milesimas de segundo en las que se ha llevado a cabo la acción, pues la gloria del "arte" esta más alla de ganar o perder; es disfrutar con la belleza de un ataque que consigue su objetivo de una manera gracil, astuta y sencilla. Es disfrutar del "arte" de la esgrima.



domingo, 31 de mayo de 2009

Buffet religioso II

He estado pensando en quienes se embarcan en la aventura de la religión, y sin mala intención, Dios me libre, les aconsejo lo siguiente:

"Ten cuidado con aquellos que siguen un libro a ciegas... con los ojos cerrados se lee mal"

(Te respeto, pero me preocupo por ti)

viernes, 29 de mayo de 2009

Buffet religioso



Hace ya de esto mucho tiempo, hace mucho que discutía con un muy buen amigo sobre religión y moral. Lamentablemente nuestras ideas eran demasiado parecidas y debíamos tomar diferentes posturas para poder seguir discutiendo, todo un placer la argumentación.

Era un tema casi olvidado, pero hace una semanas mi querida hermana se hizo "cristiana". En su estancia en Inglaterra ha descubierto una espiritualidad que no conocía, y ahora lee la biblia. Lo primero que le pregunté fue qué tipo de "cristiana" era, puesto que será por opciones... y más en Inglaterra, lugar donde mil y una iglesias proliferan con mayor o menor éxito.

Me respondió que únicamente cristiana, ni anglicana, ni protestante, baptista, episcopaliana o Dios, y nadie mejor que El, sabrá...

Curioso cuanto menos, y desde luego se abre toda una linea de debate que espero sea muy entretenida, lo que también espero es no molestarla en exceso... "adoro" los dogmatismos sacados del "Libro"... y no puedo evitar realizar preguntas capciosas...

Retomando aquello con lo que comenzaba, con aquel buen amigo llegamos a la conclusión de que sería bueno crear un test que nos permitiese elegir "libremente" la religión que nos conviene. Así sería más fácil elegir de entre este "mare magnum" que es el buffet libre de las religiones, al fin y al cabo, si somos de una y no de otra, por algo será, ¿no?.

Bueno, sigo pensando en ello, mi idea es crear este dichoso test, así que animo a cualquiera que este interesado en aportar lo que pueda para este "pío" proyecto.

La gloria de [insertar deidad elegida] sea con vosotros.


domingo, 17 de mayo de 2009

Poder de los poderosos


Desde pequeño me sentí atraído por la historia de la humanidad: grandes personajes, épicas conquistas, heroicas hazañas... y como no, uno sueña con parecerse a esos prohombres que han marcado los pasos de la humanidad. Grandes hombres que han creado imperios. Así, uno de mis personajes favoritos ha sido desde siempre Alejandro Magno: culto, diestro general y estratega, un gran conquistador de la antigüedad.

Sin embargo, esas figuras de poder que han legado a la historia son en cierto modo engañosas.

Por un lado esta lo que significa tener "poder". Si lo entendemos como la capacidad de realizar aquello que deseamos, significa que un hombre es poderoso si puede vivir según sus principios, disfrutando de su vida sintiéndose libre de acto. Esta libertad es imprescindible para ser poderoso, pues es aquello que te capacita para ejercer tu poder.

Por otro lado esta demostrado que un hombre no necesita grandes cosas para ser feliz. No son las grandes obras aquellas que se disfrutan más, si no los pequeños momentos en los que se disfrutan las cosas que no tienen precio en esta vida (estas cosas tienen tanto precio que nadie es capaz de comprarlas), como los rayos de sol o la brisa de verano en la cara.

Entendamos pues, que un hombre que sea libre para poder disfrutar de la vida es un hombre poderoso.

Ahora fijémonos en todos aquellos grandes hombres que podían ejercer su voluntad sobre miles de personas, decidiendo con sus actos el destino de los imperios de la tierra. ¿No se encontraban esclavizados por la enorme responsabilidad de decidir el destino del mundo? ¿No se veían coartados a disfrutar del aire libre por temor a los ataques de sus enemigos? (Porque estos grandes hombres han visto sus vidas sitiadas por enemigos e intrigas hasta el mismo día de su muerte, muchas veces a manos de estos enemigos, e incluso después de esta).

A modo de ejercicio me gustaría encontrar un gran y poderoso conquistador creador de imperios que haya terminado sus días apaciblemente, sin esas molestias como lo son: retiros, "voluntarios", exilios, puñaladas, siete o más..., envenenamientos, decapitaciones... o ese, algo más tranquilo, pero no por ello menos molesto, suicidio.

Y yo me pregunto: ¿fueron realmente poderosos?


Tiernos de acero



Hoy alguien me ha dicho que nunca me había visto enamorado, y es verdad, antes mostraba poco menos que nada mis sentimientos.

Desde siempre he pertenecido a una familia, tal vez una sociedad, donde no se muestran los sentimientos, ni buenos ni malos, pues es lo correcto. Llorar esta mal, desatar la ira no es correcto, mostrarse efusivo no es educado, y hablar de lo que uno siente nunca es adecuado...

Lo importante es no molestar a los demás con esas cosas que nos pasan por dentro. La mejor virtud: desarrollar una elegante indiferencia hacia lo que nuestras pasiones nos dictan. La compostura es lo primero.

"Murió su padre, y ni siquiera derramó una gota, y hasta continuo su trabajo hasta terminar la jornada, que entereza" - Eso es vivir en una sociedad civilizada.

Y que tranquilos vivimos todos.

El mayor problema de todo esto es que, en realidad, nos lo creemos.

jueves, 7 de mayo de 2009

Boomerang karmico



Hace ya tiempo que un curioso concepto recorre mi mente cual boomerang, un boomerang karmico.

Se trata de una idea pseudo-filosófico-religiosa, por denominarla de alguna manera, que busca dar una cierta tranquilidad ante los sucesos catastróficos de la, mi, vida. El concepto de karma viene a decir que los sucesos de nuestra vida pueden ser positivos o negativos, y que de alguna manera nuestro comportamiento puede favorecer unos u otros. Es más, unida a la creencia en la reencarnación, estima que los comportamientos de anteriores encarnaciones pueden tener consecuencias en una encarnación posterior. Como objetivo de todos los seres estaría lograr un "buen" karma que permitiese alcanzar una dicha tal, que se materializase una unión con una energía universal positiva y ajena a la existencia terrenal. Supongo que es un buen resumen de una ancestral y compleja creencia en poco más de 100 palabras.

Dicho esto, en mi vida he encontrado momentos nada positivos que te hacen preguntarte por su origen o razón. Y bueno, sea placebo o no, agrada pensar que los momentos de la vida se suceden en un ciclo de buenos y malos que nos lleva a aprender lo que es la vida, y que cual boomerang que se aleja y regresa, nuestra serenidad y dicha es un estado que puede desaparecer, pero que tarde o temprano vuelve.


Garantías


Supongo que esto es una especie de chiste, desde luego así me lo ha parecido.

Ayer estaba haciendo mayonesa (en realidad otra cosa, porque la hago con leche de soja), cuando mi batidora hizo "puf", y empezó a oler a chamusquina. En la hora de autos de las dos de la tarde del 6 de mayo de 2009, di por fallecida a mi preciada batidora.

Hoy decidí buscar la garantía, 2 años son bastante tiempo, ¿no?, pues bueno...

Compre la batidora el 3 de mayo de 2007...

No haré más comentarios.


miércoles, 29 de abril de 2009

Apología de la rareza



raro, ra.
(Del lat. rarus).
1. adj. Que se comporta de un modo inhabitual.
2. adj. Extraordinario, poco común o frecuente.
3. adj. Escaso en su clase o especie.
4. adj. Insigne, sobresaliente o excelente en su línea.
5. adj. Extravagante de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse.
6. adj. Dicho principalmente de un gas enrarecido: Que tiene poca densidad y consistencia.

Algunos de los que me conocen ya han sido dirigidos a deleitarse con la definición de la RAE de "raro" (muchos de ellos lo son...). He decidido ponerla aquí para mayor difusión de la misma.

Desde siempre me he considerado "raro", no por nada en especial, simplemente siempre he tenido un comportamiento "raro". Siempre he sido muchas cosas, excepto "común", y de ahí ser "raro", aunque sea por descarte o contraposición. Lamentablemente, en nuestra sociedad esta mal vista esta palabra, y de hecho suele tener un carácter peyorativo.

Así me paso cuando, matriculándome en Árabe como asignatura libre dentro de mi carrera de Ciencias, la secretaria no sabia bien como realizar el procedimiento al pertenecer a facultades distintas, y me miraba con esa expresión que sabes que es de:

"Que cosa tan rara pide este chico",

y así le dije: "Si, es que es un poco... raro"

a lo que rápidamente interpuso a modo de defensa: "No, yo no quería decir eso..."

Pero tenia razón, era "raro", y a mucha honra.

Claro que, yo siempre aún desconociendo la definición de "raro", por oposición a "común", me he sentido más que orgulloso de ser "raro", y para muestra un botón:

común.
(Del lat. commūnis).
1. adj. Dicho de una cosa: Que, no siendo privativamente de nadie, pertenece o se extiende a varios. Bienes, pastos comunes
2. adj. Corriente, recibido y admitido de todos o de la mayor parte. Precio, uso, opinión común
3. adj. Ordinario, vulgar, frecuente y muy sabido.
4. adj. Bajo, de inferior clase y despreciable.
5. m. Todo el pueblo de cualquier ciudad, villa o lugar.
6. m. Comunidad, generalidad de personas.
7. m. Retrete (aposento).

Vistas ambas definiciones tengo más que claro con cual me quedo.

Parece ser que en un mundo donde esta bien visto ser "especial", (lo suficiente para no dejar de ser "común") ser demasiado "especial" te convierte en "raro", y traspasada esa frontera te ves singularizado de la normalidad.
Y es esta una dura situación, pues la masa vulgar es caliente cual rebaño unido, y no pide nada a cambio por compartir su calor, tan sólo no atreverse a ser "raro".
Serlo te hace sentir ese frío que se siente ante el abismo de la libertad, y claro, eso da miedo. Creedme que es duro permanecer cual isla de singularidad. Siempre definiéndote de la entropía de la normalidad. Siempre dudando de si la normalidad ocultará algo que merezca la pena (diez mil lemings no parecen estar equivocados...).

Pero al final, ser "raro", merece la pena.