jueves, 2 de septiembre de 2010

Pensamiento temporal

 
 
Los pensamientos pueden atormentar si se realizan en la dirección inadecuada. Esto es, el pensamiento es nuestra manera de racionalizar el mundo para entenderlo, pero si se realizan erróneamente, nos pueden llenar de dudas sin respuesta.

Respecto a la dirección del pensamiento. Un pensamiento puede enfocarse al presente o desviarse a lo inexistente, ya sea pasado o futuro. El pensamiento que encontramos en el presente carece de movimiento, por ser donde es, no se desplaza. El pensamiento derivado hacia el pasado crea un movimiento retrógrado, que ancla el pensamiento a un hecho inexistente. El pensamiento proyectado hacia el futuro es incierto y crea un desarrollo inexistente pero muy dañino pues puede suplantar al pensamiento presente, el único que es.
 
Mantener el pensamiento en el presente, pero utilizando el pasado como experiencia previa y el futuro como planificación de nuestros pasos es la tarea para evitar pensamientos deletéreos.

Ahora bien, el modo de desarraigar estos pensamientos inadecuados es diferente en base a la dirección en la que se desarrollen. Para los pensamientos anclados en el pasado, hay que avanzar al tiempo presente. para aquellos desviados hacia lo imaginable en el futuro, transmutar futuro en presente.

Para destruir eficazmente la desviación hacia el futuro, no hay como avanzar hacia un futuro aún más lejano, donde su fuerza es tan tenue que no hay por más que regresar al presente purificado.



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