sábado, 30 de abril de 2011

Líneas rectas



Esto es un estracto de uno de los libros que he leido esta Semana Santa. Es una idea que yo mismo comparto desde hace tiempo y que transcribo aquí porque me ha gustado el modo de expresarlo. Un par de personajes conversan en un viaje a un espacio natural protegido al que acuden como turistas:

"-Qué alivio, estar lejos de líneas rectas-dijo un hombre delgado.
-¿En qué sentido?-preguntó Hari, fingiendo interés.
-Bien, las líneasrectas no existen en la naturaleza. Es preciso que los humanos las pongan allí.-Suspiró-.¿Me encanta estar libre de las líneas rectas!

Hari pensó en las agujas de pino, los estratos de roca metamórfica, el borde interior de una medialuna, los sedosos mechones de una telaraña, la línea de una rompiente, los diseños de los cristales, las blancas vetas de cuarzo sobre losas de granito, el horizonte de un lago en calma, las patas de las aves, las espinas del cacto, la embestida en flecha de un ráptor, los troncos de los árboles jóvenes, los jirones de nubes arrastradas por el viento, las fisuras en el hielo, los dos lados de la V de las aves migratorias, los carambanos."

Extraido de "El temor de la Fundación" de Gregory Benford.


Y es que, en la idea bucólica de la naturaleza que tiene el urbanita no hay espacio para la línea recta.

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