martes, 30 de julio de 2013

La gruta del lago Azul

Poco sabemos de estos niños excepto que les espera un prometedor futuro restaurando el poder de su antigua casa. Y en realidad, poco hay que saber, pues eran niños normales hasta el día en que se adentraron en la gruta del lago Azul. Pero no nos precipitemos y empecemos por el principio, que no es otro que el que presenta a unos niños curiosos que juegan a las princesas y caballeros en las ruinas de un antiguo palacio del imperio de los romanos. 

Aunque se trata de un lugar algo alejado del pueblo y está cerca del desolado poblado de los intocables, los apestados; o precisamente por ello, es su lugar predilecto para jugar. Como si se adentrasen en un mundo desconocido y peligroso, corretean por las ruinas, se acercan al poblado de pescadores intentando no ser vistos y huyen ante la presencia de cualquiera de sus andrajosos habitantes. Como niños normales, se divierten. 

Sin embargo, pese a sus juegos, estos niños son de noble cuna y su educación los orienta hacia grandes cosas, a ser señores de la tierra y las gentes, auinque esa tierra y esas gentes estén agotadas por las constantes guerras y ya poco quede de su pretérito esplendor. Así pues, en sus juegos de princesas y guerreros no solo imaginan vivire en un castillo, si no que piensan en lo que puede depararles su propio futuro.

Es en una de estas escapadas a jugar cerca del lago en la que descubrieron, tras investigar por los derruidos sótanos del antaño majestuoso palacio, una pequeño pasaje que se adentraba en las profundidades de la tierra y del que surgían sonidos como de agua corriendo, de risas y de brisas de verano. Asi encontraron la gruta del lago Azul.

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