domingo, 19 de julio de 2009

¿Se nace o se hace...? II


Me remito a mi anterior escrito para dar respuesta a esta pregunta tan compleja. Pero en este ocasión desmonto mis propios argumentos para ofrecer la verdadera razón de mi opinión al respecto. Porque, en realidad, sin mentir, no dije toda la verdad.

Y es que, aunque son perfectamente válidos los argumentos a favor del ambiente para modelar nuestro comportamiento, mi opinión no nace de la argumentación, sino de una consideración moral.

Explicaré esto a través de un evento de la historia humana surgido a partir de esta misma pregunta que aquí formulo, ¿nacemos o nos hacemos?.

A principios del siglo XX, una importante corriente científica vio en la leyes de Mendel sobre la herencia y los descubrimientos de la genética, la base para responder a esta pregunta. Y la respuesta fue que "somos aquello que nuestros progenitores nos transmiten biológicamente".

Hasta aquí las implicaciones no parecen graves, pero las consecuencias fueron desastrosas. Con un espíritu humanista, y en gran medida tremendamente paternalista, que buscaba guíar a la sociedad con la luz del conocimiento surgió la idea de la "eugenesia". De "eu-" bueno y "genesis" creación; es la idea de perfeccionar la especie humana en base a las leyes biológicas de la herencia. Actualmente se trata de una palabra en desuso, e incluso de un termino tabú que no quiere recordarse en los círculos científicos. Pero entonces a unos cuantos les pareció una "buena" idea.

Con esta idea "humanista" se planearon políticas reales de "mejora" de la especie humana. El principal objetivo de estas políticas era evitar la propagación de los caracteres negativos de nuestra especie, y no se les ocurrió mejor manera que evitar la reproducción de los individuos portadores de estos caracteres.

De esta manera en diversos paises, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania, se procedió a la castración o esterilización de diversos colectivos, como deficientes y enfermos mentales, delincuentes o incluso determinadas "razas" que se consideraban perniciosas. Nadie desconoce cuales fueron sus últimas consecuencias; Alemania dió un paso más y decidió exterminar aquellas "razas" que no consideraba adecuadas para la "eugenesia" de la humanidad.

Después de este inciso, retomo la argumentación sobre el tema que nos interesa, si nacemos o nos hacemos en este mundo.

Pues bien, respecto a si nacemos o nos hacemos, usando el ejemplo del talento musical, el saber si Mozart hubiese desarrollado su talento a través de un tambor en el África subsahariana o no, en realidad carece de importancia. Pero hay una pregunta que requiere de mucha más cautela a la hora de responderse por las implicaciones morales de la misma. Un asesino, ¿nace o se hace?.

Claro esta que la pregunta de la música era facil de responder por su "ligereza", pero cuando se habla de un asesino... de nacer predeterminado para el asesinato, ¿deberíamos eliminar a este individuo de la sociedad antes de que cometa un crimen? ¿Podríamos culparle de algo que estaba implicito en su naturaleza y sobre lo que carecía de control? Como vemos la pregunta incial desemboca en una serie de cuestiones morales dificiles de asumir ante un comportamiento más complejo que la creación artística, por no hablar de las implicaciones que pueden llevarnos de regreso a la eugenesia.

Así las cosas, sea por miedo o por desidia, me veo argumentando a favor de la acción ambiental . Esta acción ambiental actuaría sobre una predisposición biológica, que no niego, pero que en ningún modo creo que nos predestine.

O tal vez quiera pensar que somos libres, y que somos: nosotros, nuestras circunstancias y las decisiones que, con mayor o menor libertad, tomamos a lo largo de nuestra vida.

Y desde luego, así, duermo más tranquilo.

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